MAS ALLÁ DEL HORIZONTE
¿Te haz puesto a pensar que será del día de mañana?
¿Te haz puesto a pensar que será del día de mañana?
Creo que
todo ser humano lo piensa o lo ha pensado. Es natural este interrogante en
nuestro razonamiento humano, debido a la incertidumbre que produce intentar
saber lo que puede ocurrirnos en el día de mañana, sabiendo que siempre nos proyectamos a
lograr un objetivo o alcanzar una meta específica, y el temor de no lograrlo,
crece al pasar del tiempo. Cuando eres niño, esta premisa como interrogante, no
les afecta en lo mínimo, puesto que solo se preocupan por el presente: comer,
usar sus juguetes, compartir juego con sus amigos o simplemente
descansar.
En los
niños, el horizonte más lejano se encuentra al final del día o cuando su madre
le dice: "hijo ve a dormir". Pero cuando pasan algunos años, la vara
de medida cambia para los adolescentes, puesto que en esta época de
experimentos, de cambios físicos, psicológicos y emocionales, provoca en ellos
mucha incertidumbre de saber que puede pasar mañana, esto se debe a que por la etapa que
viven, unos aspectos que para muchos no es importante, para ellos lo son y se
convierten en metas a lograr a corto plazo; como por ejemplo: convertirse en la
chica o el chico popular del colegio, o que lo identifiquen como el
personaje famoso de la universidad.
El
adolescente Desea presumir el teléfono de última tecnología, los últimos
zapatos de moda, la ropa más "coll" del momento, en fin, pareciera
que solo vivieran para exhibir lo que llevan puesto. En la etapa de la
adolescencia, su horizonte llega hasta donde dure lo "IN" de la moda
o hasta cuando un objeto se convierta en obsoleto, o hasta cuando una prenda
pase de moda y aparezca una nueva, que este marcando el camino de lo fashion.
Pero
cuando cumples 25 años, pareciera que dejaras de ser adolescente, puesto que ya
los aspectos de moda, los objetos tecnológicos, las costumbres y prácticas que
venias haciendo hasta esa edad, se convierten en segundo o hasta tercer plano;
puesto que miras el mundo con otros ojos. Lo que antes para ti no tenía sentido
o no le veías mucho valor, recobra una importancia tan grande, que procuras
alcanzarla de manera pronta y apresurada, pero en el intento pareciera que algo
te dijera: Hey "tranquilo, ve con calma que aún hay tiempo".
Es ahí cuando haces una lista de cosas que se convierten en prioridades por
lograr en la vida. ¡Si aún no has terminado la universidad, te esforzaras por
lograrla!, !si aún no has logrado adquirir un medio de transporte, entonces
ahorrarás o gestionaras un crédito para lograrlo¡.
Si eres
de los que piensas que necesitas casarte para tener familia, permítame
felicitarte amigo que estas leyendo estas letras, porque este es uno de los
síntomas que demuestra tu madurez emocional. En fin, y muchos otras cosas que
desearas alcanzar a partir de esta edad. Es tan amplio el tiempo que abarca
esta etapa que es allí donde se forja o se consolida tu futuro. En esta etapa
de la vida que comprende desde los 25 años hasta los 40 años aproximadamente,
es el tiempo que transcurre y hasta donde se mentaliza una persona que desea
alcanzar todo lo que se propone en la vida.
Ahora,
cuando pasas este etapa u horizonte juvenil y empiezas la edad de la adultez, el
horizonte se convierte aún más amplio pero a la vez pareciera que el tiempo
pasará volando y no alcanzarán los días para lograr las cosas que te haz
propuesto alcanzar.
¿Qué
significa entonces?: ¡Más Allá del horizonte!. Interesante frase,
pero las pláticas con amigos, conocidos y familiares, en donde pasando
por las diferentes situaciones y con la experiencia que otros manifestaron, Más
Allá del Horizonte, se convierte en una muy disiente reflexión que nos
invita a prepararnos en la vida ante las circunstancias que Dios y el correr de
los días nos presenta. Es un realidad que nos indica que "todo tiene
su tiempo bajo el cielo, todo tiene su hora y lugar, hay tiempo para nacer,
crecer, reír, llorar, darse en casamiento y tiempo para morir", lo
anterior aparece en la Biblia. Se debe hacer planes para el futuro,
pero sabiendo que no tenemos asegurado el mañana. Un ejemplo sencillo lo vemos a
diario. "Cuando tomas un crédito bancario, te venden al tiempo un seguro
que te protegerá en caso de no poder pagar". tú planificas tu futuro, pero
es Dios quien decide tu mañana. Recuerda que el horizonte no llega
hasta cierta edad o época, sino termina cuando Dios lo permite alcanzar.